Siempre que se inicia un proyecto en internet no se cuenta con la seguridad de que funcionará o no. Sobre todo se tiene miedo de invertir demasiado dinero en su construcción, diseño y alojamiento de páginas web. Es por esa razón que la opción más común para todos aquellos que desean hospedar su página Web por primera vez suele ser dentro de un servidor compartido.
Básicamente, un servidor compartido resulta más barato y la primera opción de muchos porque en él el usuario comparte espacio de servidor con un conjunto de personas. En éste tipo de servidor, los recursos son compartidos y se encuentra limitada su capacidad de respuesta por la cantidad de personas que visiten al resto de los usuarios con los que se comparte el servidor.
Y es que si la meta es que el negocio tenga cada vez más visitantes, es lógico pensar que irá evolucionando no sólo en el número de personas que acceden a ella sino además mejorará el contenido que se ofrece y las aplicaciones que se utilizan para ello. Por lo cual el espacio del servidor se irá llenando por cada usuario que desee atraer más clientes cada vez.
En este punto, muchos comienzan a tener problemas de respuesta o trabajo del servidor ya que las tiendas virtuales generan problemas que antes no se tenían, alentándose el rendimiento. Lo peor de esto es que muchas veces nosotros no aumentamos el tamaño de la web, ni tenemos un incremento de visitantes por día, pero como dependemos de los demás y de su crecimiento, el rendimiento que tenga el sitio web a nuestro cargo siempre estará fuera de nuestro alcance.
Es aquí, cuando el tráfico de la página web aumenta y el número de visitantes conectados diariamente crece, que es necesario considerar el cambio de un servidor compartido a un servidor VPS. Incluso, la cantidad de usuarios que ingresan puede mantenerse igual, pero el catálogo virtual de productos ofrecidos puede crecer considerablemente, y podemos perder algunos usuarios que lo consultan, al no tener un rendimiento óptimo de descarga.
Se entiende por servidor VPS a los servidores virtuales que están construidos de acuerdo a las necesidades del usuario que los contrata. Dentro de las cualidades que lo destacan se encuentra el respaldo de recursos mínimos de la máquina en situaciones de emergencia para que el servidor funcione aunque haya problemas momentáneos. De esta forma, no se deja desprotegida al sitio web y se garantiza el rendimiento.
Los VPS son considerados como el primer paso antes de contratar un servidor dedicado, lo cual es excelente pues una vez que se aprende a manejar este tipo de servidores, los siguientes son administrados de la misma forma para que el usuario no tenga problemas de cambio entre uno y otro.
Además, el servidor VPS puede ampliarse con tan sólo contactar a la compañía de Web Hosting o alojamiento web y al instante obtendrás lo que deseas.
Revisa las características de tu sitio web y detecta si su rendimiento a decaído, tal vez sea tiempo de que cambies a un mejor servidor.
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